Dejamos aqui para el recuerdo, un breve relato e imágenes de nuestro paso por Mallorca. Han sido 5 cinco días recorriendo en bicicleta los diferentes paisajes de la isla, cargados con alforjas para tener lo necesario e imprescidible para pasar estos dias y durmiendo en hoteles de millones de estrellas,,,no los busqueis en booking, están fuera de catálogo.
Ha sido la primera experiencia de hacer una ruta btt guiados por gps, ha sido satisfactoria, aprenderemos de los fallos que hemos cometidos para la próxima vez, no es fácil seguir su funcionamiento cuando estamos acostumbrados a que la mari nos diga,,,,,en el rotonda gire la segunda a la izquierda. Aqui eso no vale, hay que ir con un ojo en el gps y con el otro adelantandote a las piedras para no comertelas, total que alguna vez, o te pasas de la ruta o las piedras se te echan encima., cuestión de pillarle el truquillo.
Salimos de la estación de figueres en tren hasta Barcelona, alli cogeríamos el Ferry de transmediterranea que nos transportaria a Mallorca. Vamos con tiempo, es viernes por la tarde, y el barco no sale hasta media noche, así que al llegar a Barna, bajamos tranquilamente por las Ramblas hasta llegar a Colón, es pronto, tenemos de sobra para hacer la primera cerveza del viaje, asi que nos sentamos en una terraza a disfrutar del guirigueo de turistas que van arriba y abajo. Relax total ,hablando pasan las horas, tranqui que no hay prisa el barco sale a las doce de la noche, y seguimos hablando, en esto que empiezan a caer cuatro gotas, al cabo del rato el chaparrón es de órdago, bueno esperaremos a que escampe, total ,todavia es pronto , el barco sale a las doce. Que no ,que no sale a las doce, mirando los billetes resulta que sale a las once, las neuronas ya no son lo que eran, y alguna se fue al otro barrio sin avisar. Son las 9,30, llueve a mares, no sabemos donde está la estación marítima, y hay que estar una hora antes para embarcar, no queda otra que sacar el chubasquero de las alforjas, y protejerlas de la lluvia con una bendita bolsa de basura gigante que cojí en el último momento, por si acaso. Preguntamos cuanto teníamos hasta la estación marítima, unos veinte minutos nos dicen, uff con esta lluvia en menos de uno estamos empapados, dicho y hecho, apretamos los puños de la bicicleta y salimos corriendo, las primeras aguas corren por la cara, a la que pillamos dos charcos ya estamos como una sopa, es igual, la temperatura es buena y corriendo no hace frio, ya no pisamos charcos, las calles son rios de agua, que remojada, aun no le hemos dado al pedal y como hemos quedado, suerte que la prevision de los proximos dias es sol y calorcito, mejor si habia que mojarse que fuera ahora, no a mitad de ruta. Al llegar a la altura del barco para embarcar, se apiadan de nosotros y nos sacan de la cola, ey los de las bicis , ya podeis pasar los primeros, y es que dabamos mucha pena. Los dos únicos pasajeros en bicis y con alforjas, empapados hasta los huesos, era para dar pena. Asi que para dentro a secarse , dormir lo que se pueda , que mañana empieza la aventura, o ya ha empezado.
tramuntel
MALLORCA, EL PARAISO DE LAS PIEDRAS
viernes, 26 de diciembre de 2014
1ª Etapa, Palma de Mallorca / Estellencs (23/08/2014)
1er Dia, desembarco en el puerto de Palma de Mallorca, preparados y equipados para cinco dias de sorpresas. Lo primero y despues de las fotos,,,,,,,,tachannnnn,,,,encender el gps, las pruebas en casa habian sido buenas pero aqui tenía que funcionar con los mapas que había cargado de las Islas Baleares, toda una incógnita a punto de resolverse ,,,,5,4,3,2,1,,,,,,pi,pi,pi,,,,y voilà , mapas abiertos, el aparatito sabe donde estamos y nos dice por donde tenemos que ir, bravoooo!!!!!!!!!!!!!, funcionaaaaa!!!!!!!!!!!!!.
Damos los primeros pedales por las calles de Palma, son las ocho de la mañana, todo está demasiado tranquilo y relajado, nada mas salir del barco queriamos comprar un mapa de la isla, la confianza en el gps no la tengo del todo al cien por cien, si nos falla ,al menos que tengamos las carreteras, pero nada todo cerrado. Demasiado temprano, sábado por la mañana, pasamos delante del pachá, se respira ambiente de resaca en el aire, se supone que se cierra todo muy tarde, no hay manera de encontrar un bar abierto para un cafetito.
La salida de la ciudad me la tenía más que memorizada y apuntada, me había repetido mil y una vez que no seguiría el recorrido que marcaba el gps, parecía un poco tortuoso nada más empezar, por lo que tenía previsto seguir por calles aledañas para que el comienzo fuera más suave y fácil para calentar las piernas. Supongo que demasiado entusiasmado por el buen funcionamiento del gps, lo acabé siguiendo a ciegas, cuando me di cuenta ya me habia metido por donde no quería, no le he pillado el peso de las alforjas y ya andamos subiendo, esquivando piedras y haciendo equilibrios por un torrente quebrado, por el que pasa el tubo de la cloaca de aquella parte de la ciudad. Justo al empezar el torrente, vemos el primer contraste de la isla, a no más de cien metros de los yates amarrados en el puerto, se escondía un campamento de personas sin techo, opulencia y abandono en un pañuelo.
Pues nada, ya estamos de lleno en el fregao, subir, subir y subir para alejarnos de Palma., hasta llegar al monumento de Na Burguesa, una barrita , y un recuperar el aliento, mientras disfrutamos de las vistas de la bahía, y salimos de alli, ¿como? pues subiendo. Ya hemos roto el hielo, las piernas responden, las pulsaciones en su punto, las alforjas, ¿donde están?, ya forman parte de nosotros, asi que para adelante. Que bueno el gps que me va diciendo cuanto nos queda para llegar al alto, y si la pendiente es más o menos pronunciada, en éstas llegamos a la cota más alta de la subida, y nos encontramos con la primera de las innumerables vallas que cortan los caminos, ignorantes de nosotros, desconocíamos que sería una constante en nuestro recorrido betetero. "COTO DE CAZA, PROHIBIDO EL PASO los jueves, viernes, sabados, domingos",,,,hoy es sábado, si cruzamos , ¿nos meterán cuatro tiros?, hacía rato que delante de nosotros corría una joven mallorquina, si ella pasó sin vacilar, pues nosotros también, total, la otra opción era volvernos al barco de vuelta.
Comenzamos a sumar kilómetros, y a gozar con los paisajes de la isla, mar y montaña en la palma de la mano, parajes cercanos a las zonas turísticas pero muy poco frecuentados por los turistas, no saben lo que se pierden. Costó , pero al final dimos caza a la joven mallorquina, que ritmo corriendo, no habia manera de alcanzarla. Más adelante nos topamos con los primeros beteteros de mallorca, nos dicen que aqui no se estila hacer rutas de btt, que aqui lo que le va a la gente es el enduro, que el terreno es más propicio para ello, y deben tener razón porque los siguientes que nos encontramos tambien llevan sus super bicis de descenso, y nos dicen que ¿donde vamos con las bicis que llevamos?, que las vamos a destrozar. Razón no les falta la horquilla marca que se hunde casi hasta el final de su recorrido.
Antes de ésto ya llevamos superadas unas cuantas vallas más que nos barran el paso, la última era de 2,5 metros, había que superarla para ir a buscar agua, salir de Palma por la cloaca, nos impidió aprovisionarnos bien de agua, ya era mediodía y la reserva de los bidones en sus mínimos, esa maldita valla nos tiró de nuevo al monte , al empedrado y sin agua, para colmo la primera duda del gps que nos manda por la trialera de descenso de nuestros compis, pero a nosotros nos toca subirla, la cosa se pone tan fea, que desconfiamos del gps, le hacemos recalcular, y oh gracias,, nos equivocamos y no hay que seguir por el calvario, media vuelta, y a buscar la buena ruta, la relación entre nuestro gps y nosotros todavía es incipiente y tenemos que acomodarnos el uno al otro.
Seguimos ruta hasta que encontramos el primer bar de la ruta , cerca de Galatzo, primer alto en condiciones del camino ,ya por el mediodía, ¡Como se agradeció la primera cerveza con cocacola de la jornada, no hay nada como tener sed como para saborear con todo su frescura ese líquido que enfría tus entrañas,. Y como no, a llenar los bidones, se acabaron las restricciones. Continuamos por una pista a la vera de un río, el Barranc de Cohans, por ser mediodía no tenia precio ir por la sombrita , en llanito, y de tanto en tanto cruzar un riachuelo. Así llegamos a Es Capdellà, y desde allí por carretera a Andraitx, parada y fonda, unas vueltecitas por el pueblo, hasta encontrar un reparo, que nos ofreciera comida, sombra, y siesta.
La mañana había sido completa, desde las ocho estabamos encima de la bici, el calor de la tarde apretaba, la noche anterior en el barco no se durmíó mucho, el colchón de las butacas no era de látex, y el aire acondicionado les debe de salir gratis, consejo::: si viajas en transmediterranea llevate un forro polar para pasar la noche, o dos. Para continuar la tarde decidimos seguir la carretera hasta Estellencs, en el camino creo que nos equivocamos y fuimos a parar al circuito de jerez, o esa es la impresión que me daba sentir como rugían cientos de motos de cientos de caballlos a toda pastilla, tumbandose para no salir disparados en las curvas, cara de tonto se me quedaba al verlos pasar al ladito a vete a saber que velocidad, cuando yo andaba en mis miserables 7km/h. Des de antes que te alcanzaran , ya escuchabas el rugir de los motores que iba aumentando a medida que se acercaban, al intuirlos a tus espaldas solo quedaba cerrar los ojos y rezar, jesusito que no se salga de la trazada.
Llegamos a Estellencs sobre las siete de la tarde, pueblo bonito que nos permite relajarnos y dar un paseo para estirar las piernas, parece que estan de fiestas, preguntamos, y no, no lo están, organizan cada sábado algún sarao para divertirse, éste toca baile de disfrazes, jejej, nosotros llevamos el disfraz incorporado. Mientras cenamos cargamos gps, móviles y estómago, no tiene precio ver al alcalde del pueblo vestido de mujer, hay que ganarse el sueldo. Preguntamos al dueño del bar por algún hotel de millones de estrellas, y nos indica uno en el que estaremos de fábula, no se equivocó, estuvé contandolas toda la noche , qué maravilla. Esto es lo que descubrimos por la mañana.
tramuntel
2ª Etapa, Estellencs / Santuari de LLuc (24/08/2014)
Amanece el segundo día en la cala de Estellencs. La primera noche al raso ha sido plácida, no ha hecho frio ni humedad, a pesar de dormir a pie de playa . El colchón era un poco duro, y las vistas al cielo estrellado e infinito durante gran parte de la noche, ha hecho que las horas de sueño no hayan sido las deseadas, pero no importa, nos ponemos en funcionamiento de muy buen humor, podemos observar todo lo que no pudimos ver ayer cuando llegamos , estaba todo muy oscuro, y las linternas no alumbraban a más de un metro, un paraje idílico y perfecto nunca soñado en nuestros mejores sueños.
Bueno ahora toca refrescarnos un poco, recojer el campamento, decirles adios a nuestros amigos los gatos, e irnos a buscar un bar para el cafetito, es tempranito, así que tendremos mucho tiempo para hacer buena ruta.
El día comenzó de cuento, nada lo podía estropear. ¿nada?, pues si, la ley del péndulo (cuando algo va muy bien, acaba yendo muy mal), lo acabara fastidiando todo. No habiamos dado cuatro pedaladas que mi compañero me dice que la cadena va arrastrando el suelo, no puede ser si yo voy subiendo normalmente, hecho el ojo hacia abajo y efectivamente la cadena va fofa, fofa. Ayer al llegar y desmontar el equipaje de las alforjas, las gomas de sujección se enredaron con la rueda trasera, y se hicieron un lio con los piñones, lo habia deshecho antes de salir y parecía solucionado, nada más lejos de la realidad, paro la bici, le hecho el primer ojo al problema, y de seguida identifico la avería, el muelle de la pata tensora de la cadena se ha salido de su sitio, comienzo a cagar sin ir al baño, y es que cuando me doy cuenta del problema soy consciente de que la solución, puede que no esté a nuestro alcance, ya se me habia salido meses atrás, habia observado como se arreglaba, asi que sabía que seria complicada la reparación , no tocaba otra que tranqulidad y hacer memoria de aquella reparación.
La cosa pintaba negra, sabia lo que tenia que hacer pero me faltaba Algo para completar la reparación, y sin ese Algo no tiraríamos adelante, es domingo, no encontraremos ninguna asistencia técnica hasta mañana lunes y habrá que trasladarse a una ciudad más grande, total que el desastre planeaba como buitres por encima de nuestras cabezas. Ese Algo que nos faltaba apareció via whatsapp y teléfono móvil, las imágenes de la averia y el asesoramiento telefónico hicieron que se encendiera la bombilla ,,,,,,,y voilâ,,,,,,solucionadoooooo!!!!!!!!!!!!!. Cadena tensada y no sobra ningun tornillo . Murphy, está vez tu ley falló.
Con una mezcla de mala leche y satisfacción, hacemos la subida con mucha delicadeza desde la cala hasta el pueblo de Estellencs, parece que todo funcionsa bien, quedará esperar el primer envite con los caminos empedrados.
Hemos perdido dos horas, son las diez de la mañana, nos lo tomamos con filosofía, los objetivos de la etapa de hoy, ¿cuales eran?, mejor no pensar en ello, haremos lo que podamos y a disfrutar de los kilometros que hagamos, lo más importante ahora es que la bici no haga puff. Cojemos carretera y manta hacia Banyalbufar, alli encontraremos tienda abiertas para el aviatuallamiento del día, en una de ellas probamos las primeras ensaimadas,,,, buenísmimas,,,, aunque un poco antipática la dependienta,,,,,,señora ¿el agua de la fuente es buena?,,,,,,se supone,,,,contesta,,,,,,,,no seria la única contestacion agria de nuestra estancia en Mallorca,,,,no sé si es que son así.
Con los ánimos recuperados decidimos hacer caso al iluminado de turno que siempre te acabas encontrando en este tipo de expediciones, nos aconsejó salir de Banyalbufar por una salida bastante larga y pronunciada, en eso no nos mintió, 20 minutillos de fuerte subida, pero la recompensa será grande, las vistas despues son espléndidas, y al llegar arriba es todo llano. La mare que el va parir, una hora subiendo, para luego un ratillo de pista de bajada de montaña arbolada, para ir a parar otra vez a la carretera, ¿donde están esas vistas al mar tan maravillosas?, fijo que el iluminado no ha subido en su vida por alli.
Continuamos por carretera para llegar a Deià, ya es mediodía y hay sed, hacemos alto para cargar la electrónica, y echar la bière de turno. Refrescados , cargados los bidones, los móviles, y descansados, continuamos hacia delante, hay que olvidarse de la carretera y adentrarse en la montaña, así lo hacemos , disfrutamos de una bajada asfaltada nada más salir de Deià, pero dura poco, el gps marca repentinamente a la derecha y nos obliga a subir cinco piñones o más, uff con qué pendiente nos saluda el camino,¡ Hola no sabéis lo que os espera.!
Y tanto que no lo sabíamos, empieza lo que se llama el bicipateo. Vamos subiendo, siguiendo el recorrido del GR, al principio empezó llanito, firme, sombreado, pero duró poco, el sendero se va empedrando y empinando hasta que llega el momento en que se hace impracticable, se transforma en una escalera a veces pefectamente empedrada , a veces salvajemente empedrada , un buen rato estuvimos arrastrando la bici, allí me di cuenta que si la bici aguantaba todo aquel sacrificio, es que habíamos hecho una buena reparación,,,la subida al monte del calvario, no debió de ser tan penosa, y es que el peso de las alforjas complican mucho estos recorridos, momentos de bajón porque no ves el fin, pero no queda otra que continuar para salir de alli.
En algun momento que no recuerdo abandonamos el GR,y seguimos por pistas mas anchas, en esta zona se pueden ver grandes fincas, grandes casas aisladas en las cimas de las montañas, y todas con un elemento común separado de la casa, un sitio elevado que les hace de atalaya , son cosas que si vas por la carretera te las pierdes, maravillas de ir en bici.
Encontramos un lugar sombreado con asientos , ya era hora de parar a cojer fuerzas, las horas pasan rápidas y la llamada del hambre no habia llegado, pero son las cuatro de la tarde y un buen bocata y su siesta correspondiente son bienvenidos.
Con estómago lleno, y la siesta que no falte, las fuerzas se renuevan, echamos un café mientras hablamos con unos vecinos que nos indiquen el camino para llegar de la manera más corta a Sóller, ya es media tarde y no nos podemos entretener si queremos pasar la noche en el Santuari de LLuc. Después de escuchar varias maneras de llegar a Sóller, a cual de ellas más enrevesadas, decidimos seguir el GR, resultó ser la más sencilla, una bajada larguísima y chulísima por senderos empedrados y escalonados, en la imagen se ve como la esterilla se habia salido de su sitio con los botes continuos.
Al fondo el Puig Major, por debajo de su cima habia que pasar
LLegamos a Sóller, sabemos que lo de ir bajando se acabó, ahora tocan 13 kms de subida . Ya lo dice el indicador nada más cojer la carretera, pendiente continua del 6%. Todo y que estaba mentalizado de esta cuestión, empiezo a hacer cálculos, llevamos un ratito dando pedales y el velocímetro no marca más de 7km/h , lo que significa que serán dos horas continuas subiendo sin parar sin ningún llanito para echar un respiro, el factor psicológico hace mella en mi cabeza y los primeros momentos de la subida se hacen largos, dos horas quedan todavía, imposible hacerlo sin parar en algún momento, llevo mucho desgaste acumulado del día, por lo que me planteo como meta descansar cada media hora, al llegar el primer objetivo no le hago caso y continuo, al llegar el segundo le vuelvo a ganar la batalla a la mente, ésta me dice que me baje de la bici, y yo a golpe de pedal continuo subiendo, cuanto más tiempo pasa mejor me encuentro y es que llevar a los de Cornellá en tus espaldas es de una inestimable ayuda psicológica, poco a poco se hace el camino, pasamos por debajo de la cumbre del Puig Mayor, lo habíamos visto desde donde estuvimos comiendo y se veía muy lejos y muy alto, ahora ya lo teniamos allí, significaba que la máxima altura ya estaba casi conseguida, y que quedaba muy poco para llegar al tunel donde empezariamos a descender.
Hay que espabilar porque queda poca de luz del dia, y aunque hay que llanear y bajar para llegar a nuestro destino áun quedan por hacer unos cuantos kilómetros. Disfrutando del relax que produce el olor a bosque húmedo mientras descendemos , se nos hace de noche tal como esperábamos , toca encender las velas y buscar algún letrero indicador que nos anuncie la distancia restante al Santuario,al fin vimos UNO, milagro, no se gastan mucho en letreros en estos parajes. Por fin llegamos al Santuari de LLuc, será nuestra segunda noche en la isla, ayer tuvimos mucha suerte con el hotel, hoy habrá que buscarla. Después de cenar en un bar nos ponemos a a ello, no hay muchas opciones, así que elegimos la opción a, es la que había, si mas no, estaremos a cubierto que nos protejerá del relente nocturno.
En esta ocasión no hay imágenes de las habitaciones del hotel
tramuntel
Bueno ahora toca refrescarnos un poco, recojer el campamento, decirles adios a nuestros amigos los gatos, e irnos a buscar un bar para el cafetito, es tempranito, así que tendremos mucho tiempo para hacer buena ruta.
El día comenzó de cuento, nada lo podía estropear. ¿nada?, pues si, la ley del péndulo (cuando algo va muy bien, acaba yendo muy mal), lo acabara fastidiando todo. No habiamos dado cuatro pedaladas que mi compañero me dice que la cadena va arrastrando el suelo, no puede ser si yo voy subiendo normalmente, hecho el ojo hacia abajo y efectivamente la cadena va fofa, fofa. Ayer al llegar y desmontar el equipaje de las alforjas, las gomas de sujección se enredaron con la rueda trasera, y se hicieron un lio con los piñones, lo habia deshecho antes de salir y parecía solucionado, nada más lejos de la realidad, paro la bici, le hecho el primer ojo al problema, y de seguida identifico la avería, el muelle de la pata tensora de la cadena se ha salido de su sitio, comienzo a cagar sin ir al baño, y es que cuando me doy cuenta del problema soy consciente de que la solución, puede que no esté a nuestro alcance, ya se me habia salido meses atrás, habia observado como se arreglaba, asi que sabía que seria complicada la reparación , no tocaba otra que tranqulidad y hacer memoria de aquella reparación.
La cosa pintaba negra, sabia lo que tenia que hacer pero me faltaba Algo para completar la reparación, y sin ese Algo no tiraríamos adelante, es domingo, no encontraremos ninguna asistencia técnica hasta mañana lunes y habrá que trasladarse a una ciudad más grande, total que el desastre planeaba como buitres por encima de nuestras cabezas. Ese Algo que nos faltaba apareció via whatsapp y teléfono móvil, las imágenes de la averia y el asesoramiento telefónico hicieron que se encendiera la bombilla ,,,,,,,y voilâ,,,,,,solucionadoooooo!!!!!!!!!!!!!. Cadena tensada y no sobra ningun tornillo . Murphy, está vez tu ley falló.
Con una mezcla de mala leche y satisfacción, hacemos la subida con mucha delicadeza desde la cala hasta el pueblo de Estellencs, parece que todo funcionsa bien, quedará esperar el primer envite con los caminos empedrados.
Hemos perdido dos horas, son las diez de la mañana, nos lo tomamos con filosofía, los objetivos de la etapa de hoy, ¿cuales eran?, mejor no pensar en ello, haremos lo que podamos y a disfrutar de los kilometros que hagamos, lo más importante ahora es que la bici no haga puff. Cojemos carretera y manta hacia Banyalbufar, alli encontraremos tienda abiertas para el aviatuallamiento del día, en una de ellas probamos las primeras ensaimadas,,,, buenísmimas,,,, aunque un poco antipática la dependienta,,,,,,señora ¿el agua de la fuente es buena?,,,,,,se supone,,,,contesta,,,,,,,,no seria la única contestacion agria de nuestra estancia en Mallorca,,,,no sé si es que son así.
Con los ánimos recuperados decidimos hacer caso al iluminado de turno que siempre te acabas encontrando en este tipo de expediciones, nos aconsejó salir de Banyalbufar por una salida bastante larga y pronunciada, en eso no nos mintió, 20 minutillos de fuerte subida, pero la recompensa será grande, las vistas despues son espléndidas, y al llegar arriba es todo llano. La mare que el va parir, una hora subiendo, para luego un ratillo de pista de bajada de montaña arbolada, para ir a parar otra vez a la carretera, ¿donde están esas vistas al mar tan maravillosas?, fijo que el iluminado no ha subido en su vida por alli.
Continuamos por carretera para llegar a Deià, ya es mediodía y hay sed, hacemos alto para cargar la electrónica, y echar la bière de turno. Refrescados , cargados los bidones, los móviles, y descansados, continuamos hacia delante, hay que olvidarse de la carretera y adentrarse en la montaña, así lo hacemos , disfrutamos de una bajada asfaltada nada más salir de Deià, pero dura poco, el gps marca repentinamente a la derecha y nos obliga a subir cinco piñones o más, uff con qué pendiente nos saluda el camino,¡ Hola no sabéis lo que os espera.!
Y tanto que no lo sabíamos, empieza lo que se llama el bicipateo. Vamos subiendo, siguiendo el recorrido del GR, al principio empezó llanito, firme, sombreado, pero duró poco, el sendero se va empedrando y empinando hasta que llega el momento en que se hace impracticable, se transforma en una escalera a veces pefectamente empedrada , a veces salvajemente empedrada , un buen rato estuvimos arrastrando la bici, allí me di cuenta que si la bici aguantaba todo aquel sacrificio, es que habíamos hecho una buena reparación,,,la subida al monte del calvario, no debió de ser tan penosa, y es que el peso de las alforjas complican mucho estos recorridos, momentos de bajón porque no ves el fin, pero no queda otra que continuar para salir de alli.
En algun momento que no recuerdo abandonamos el GR,y seguimos por pistas mas anchas, en esta zona se pueden ver grandes fincas, grandes casas aisladas en las cimas de las montañas, y todas con un elemento común separado de la casa, un sitio elevado que les hace de atalaya , son cosas que si vas por la carretera te las pierdes, maravillas de ir en bici.
Encontramos un lugar sombreado con asientos , ya era hora de parar a cojer fuerzas, las horas pasan rápidas y la llamada del hambre no habia llegado, pero son las cuatro de la tarde y un buen bocata y su siesta correspondiente son bienvenidos.
Con estómago lleno, y la siesta que no falte, las fuerzas se renuevan, echamos un café mientras hablamos con unos vecinos que nos indiquen el camino para llegar de la manera más corta a Sóller, ya es media tarde y no nos podemos entretener si queremos pasar la noche en el Santuari de LLuc. Después de escuchar varias maneras de llegar a Sóller, a cual de ellas más enrevesadas, decidimos seguir el GR, resultó ser la más sencilla, una bajada larguísima y chulísima por senderos empedrados y escalonados, en la imagen se ve como la esterilla se habia salido de su sitio con los botes continuos.
Al fondo el Puig Major, por debajo de su cima habia que pasar
LLegamos a Sóller, sabemos que lo de ir bajando se acabó, ahora tocan 13 kms de subida . Ya lo dice el indicador nada más cojer la carretera, pendiente continua del 6%. Todo y que estaba mentalizado de esta cuestión, empiezo a hacer cálculos, llevamos un ratito dando pedales y el velocímetro no marca más de 7km/h , lo que significa que serán dos horas continuas subiendo sin parar sin ningún llanito para echar un respiro, el factor psicológico hace mella en mi cabeza y los primeros momentos de la subida se hacen largos, dos horas quedan todavía, imposible hacerlo sin parar en algún momento, llevo mucho desgaste acumulado del día, por lo que me planteo como meta descansar cada media hora, al llegar el primer objetivo no le hago caso y continuo, al llegar el segundo le vuelvo a ganar la batalla a la mente, ésta me dice que me baje de la bici, y yo a golpe de pedal continuo subiendo, cuanto más tiempo pasa mejor me encuentro y es que llevar a los de Cornellá en tus espaldas es de una inestimable ayuda psicológica, poco a poco se hace el camino, pasamos por debajo de la cumbre del Puig Mayor, lo habíamos visto desde donde estuvimos comiendo y se veía muy lejos y muy alto, ahora ya lo teniamos allí, significaba que la máxima altura ya estaba casi conseguida, y que quedaba muy poco para llegar al tunel donde empezariamos a descender.
Hay que espabilar porque queda poca de luz del dia, y aunque hay que llanear y bajar para llegar a nuestro destino áun quedan por hacer unos cuantos kilómetros. Disfrutando del relax que produce el olor a bosque húmedo mientras descendemos , se nos hace de noche tal como esperábamos , toca encender las velas y buscar algún letrero indicador que nos anuncie la distancia restante al Santuario,al fin vimos UNO, milagro, no se gastan mucho en letreros en estos parajes. Por fin llegamos al Santuari de LLuc, será nuestra segunda noche en la isla, ayer tuvimos mucha suerte con el hotel, hoy habrá que buscarla. Después de cenar en un bar nos ponemos a a ello, no hay muchas opciones, así que elegimos la opción a, es la que había, si mas no, estaremos a cubierto que nos protejerá del relente nocturno.
En esta ocasión no hay imágenes de las habitaciones del hotel
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3ª Etapa, Santuari de LLuc / Cala Agulla (25/08/2014)
7 de la mañana, nos tocan Diana, la mujer de la limpieza enciende las luces para hacerse ver, y hacernos ver que toca recojer trastos y despejar la entrada, parece ser que a las nueve abren. No nos hacemos los perezosos y recojemos el campamento en un periquete, la noche ha sido plácida y nos apetece hacer un café calentito y un desayuno con fundamento para empezar el día, encontramos una tienda de alimentos abierta con unos dulces de los que se te van los ojos,,,,,,,,,,,,,,,,,bon dia señora, ¿de que son estas empanadas?,( eran todas iguales), ella me responde indicandome una a una, que una es de cabello de angel, otra de mermelada de fresa y la otra no me acuerdo, total que le indico una , y le vuelvo a preguntar, ¿y esta?,,,,,,,pues ya te lo he dicho,,,, de cabello de angel, bueno señora son las ocho de la mañana, ando un poco espeso y soy nuevo por aqui, (pienso pero no le digo),,,,,,,,,no sé si el carácter de las gentes de por aquí debe ser así con los visitantes. Aparte de esto, la coca de pimientos calentita que le compramos y la famosa empanada estaban buenísimas.
Visita obligada por el recinto del Santuari de LLuc, buen sitio para alojarse, y disfrutar si te gusta hacer excursiones andando por los parajes cercanos.
9 de la mañana, barriga llena, alforjas bien atadas, listos para salir, y para recorrer el último tramo de la Serra de Tramuntana, durante una hora iremos subiendo por anchas pistas calentando piernas y disfrutando de la luz de un dia de sol espléndido. Llegamos a la cima sin gran esfuerzo y empezamos un descenso largo de unos 22km, por camino empedrado, a veces más fácil a veces más técnico. Vuelvo a sufrir con la cordinación de, o mirar las piedras o mirar el gps, pero no hay problema, el peso de las alforjas te agarra al terreno. Bajar , bajar y bajar, unas dos horas bajando, toda la altura que hemos alcanzado estos dias atras atravesando la Serra de Tramuntana la tenemos que perder hasta que lleguemos a nivel del mar, no sin antes abrir y cerrar unas cuantas puertas o saltando alguna valla.
Llegamos a Pollença, la atravesamos dirección al Port de Pollença, en Mallorca todas los puertos están alejados de la poblaciones principales, tema de piratas del caribe me supongo. Estellencs (Port Estellencs, Sóller (Port de sóller), etc, etc, etc . Se acabó el paisaje montañoso y solitario, y empieza el paisaje playero, multitud de turistas, chiringuitos, bronceador, bañadores y muy buenas vistas tambien. Así que para hacernos con el ambiente, cervecita en primera linea de playa para adaptarnos al entorno y continuar nuestra ruta por el paseo maritimo, esto ya es ciclobicing en chancletas. Es mediodía, la mañana ha sido de lo más relajada, no ha sido posible encontrar un sitio para comprar un pollo a l'ast , por lo que la opción del Lidl para alimentarnos está más que bien. En Can Picafort, comida, sombra ,siesta y atracción para los turistas, hay un tipo tirado en el suelo, fijo que le ha pasado algo, tuve que acercar las bicicletas para que se dieran cuenta que solo era un ciclista a la sombra haciendo la siesta, antes de que alguien le diera por llamar al 112
Seguimos con nuestro bicing de chancletas, atravesando Can Picafort, imaginaros una urbanización de costa grande, grande, el gps es una maravilla, nos va guiando por las calles, ahora a la izquierda, ahora a la derecha, continua recto por el paseo maritimo y no lo dejes hasta el final, asi lo hicimos, acabando de bruces en una playa llena de playistas y sombrillas. Inevitable a las cuatro de la tarde con el Lorenzo que caia no darse un buen remojón en el Mediterráneo y una posterior ducha, uff que a gustito que nos hemos quedado.
En fin, no hemos venido a Mallorca a tomar el sol, lo mejor será continuar bien empapaditos para protejernos del calorazo que hace, el gps marca que hay que atravesar la playa por la arena, lo hacemos con complejo de piojos verdes, la gente te mira raro, se hace pesadito el paseito arenoso arrastrando la bicicleta, pero no parece una playa muy extensa, pasadas las rocas se acaba y el gps nos indica que vamos en el buen camino.
Todo lo bueno se acaba, y el placer y disfrute que habiamos tenido durante todo el día se iba diluyendo a medida que ya habíamos abandonado la playa, pero NO LA ARENA QUE NO se acababa ,había empezado un calvario de bicipateo por un sendero arenoso que nos impedía montar en bici, cuando parecía que la pista se endurecía, volviamos a montar, y en no más de dieZ pedaladas, otra vez pie a tierra y a arrastrar la bici.
Decir penoso es poco, aquello no se acababa, la dichosa arena era eterna, el sol caia de lo lindo, como en agosto a las cinco de la tarde, los labios secos, buchitos pequeños de agua para racionarla, los bidones casi vacios, quien se iba a imaginar que en aquel vergel de chiriguitos, bares y restaurantes necesitariamos aprovisionarnos de agua.
Podríamos llamar a esta etapa, la travesía del desierto, atravesando dunas como en la Titan desert, Jose me mira raro, no hay salida, puede que nos queden diez km, vamos más lentos que si fueramos a pie, imposible cumplir con el objetivo del dia a este ritmo. En medio de aquel desierto encontramos dos coches, parece que alguna luz nos ilumina, si han llegado hasta alli, algún camino decente habrá. Los dueños estaban jugando a las cartas en una vieja casa playera, les preguntamos que por donde se salía de aquel arenal , y nos contestan que por un buen camino que va a parar a la carretera, pero que no lo podemos cojer porque al final esta vallado, es de ellos y ellos tienen las llaves, que tenemos que volver para atrás, hora y media caminando arrastrando la bici, u otra hora por delante tambien arrastrando la bici, me ahorrro los tacos que me salían del estómago. Casi suplicando les pido agua porque cuando hay sed no hay verguenza, ante un gesto dubitativo les enseño el bidón vacio y acceden a darnosla. Qué amabilidad, debe ser innata en esta isla. Si más no, el agua estaba fresquita, y nos da ánimos para continuar por el desierto, en esto nos encontramos un payo más quemado que un escarabajo y nos asegura que la arena se acaba pronto, que la pista se endurece y que llegariamos a Son Serra, ni que decir tiene que aquí nos hartamos de cerveza, cocacola y helado, que alivio tener la joroba llena.
Se acabó el calvario, pero se ha hecho tarde, las circunstancias sufridas nos impiden seguir al pie de la letra la ruta, cojemos la carretera dirección Cala Ratllada, parece un buen sitio para pasar la noche, y los kilómetros son asequibles. Entramos en un bar que ofrece el plato típico de la zona, spagueti y cerveza 4 €, nos sirve un alemán que no sabe ni papa de castellano, pero spagueti y biere es internacional, y como no tenia otra cosa no se equivocó, regados al final con un licor casero que nos ofreció y del que repetimos solo una vez, menos mal, porque era para acabarse la botella, que rico estaba.
Calentitos, salimos del bar dirección del hotel del millón de estrellas que nos recomendaron para pasar la noche, Cala Aguja. Nada mas llegar, baño nocturno y ducha con un agua fetida que supusimos que seria agua reciclada, esperemos, mal olor no hacíamos despues de enjabonarnos, ya tocaba despues de tres dias. No fue una noche tranquila, dormimos lo que pudimos agarrados a las bicicletas, sin quererlo fuimos a parar a un paraje de lujuria y perdición que algunos aprovechaban para robar a los incaut@s. La visita de una columna de hormigas que iban detras del olor de nuestras viandas tampoco ayudó, que mordiscos pegaban, y para colmo a las seis de la mañana el guarda nos echa de la cama, que le haremos , veremos el amanecer en todo su esplendor
tramuntel
Visita obligada por el recinto del Santuari de LLuc, buen sitio para alojarse, y disfrutar si te gusta hacer excursiones andando por los parajes cercanos.
9 de la mañana, barriga llena, alforjas bien atadas, listos para salir, y para recorrer el último tramo de la Serra de Tramuntana, durante una hora iremos subiendo por anchas pistas calentando piernas y disfrutando de la luz de un dia de sol espléndido. Llegamos a la cima sin gran esfuerzo y empezamos un descenso largo de unos 22km, por camino empedrado, a veces más fácil a veces más técnico. Vuelvo a sufrir con la cordinación de, o mirar las piedras o mirar el gps, pero no hay problema, el peso de las alforjas te agarra al terreno. Bajar , bajar y bajar, unas dos horas bajando, toda la altura que hemos alcanzado estos dias atras atravesando la Serra de Tramuntana la tenemos que perder hasta que lleguemos a nivel del mar, no sin antes abrir y cerrar unas cuantas puertas o saltando alguna valla.
Llegamos a Pollença, la atravesamos dirección al Port de Pollença, en Mallorca todas los puertos están alejados de la poblaciones principales, tema de piratas del caribe me supongo. Estellencs (Port Estellencs, Sóller (Port de sóller), etc, etc, etc . Se acabó el paisaje montañoso y solitario, y empieza el paisaje playero, multitud de turistas, chiringuitos, bronceador, bañadores y muy buenas vistas tambien. Así que para hacernos con el ambiente, cervecita en primera linea de playa para adaptarnos al entorno y continuar nuestra ruta por el paseo maritimo, esto ya es ciclobicing en chancletas. Es mediodía, la mañana ha sido de lo más relajada, no ha sido posible encontrar un sitio para comprar un pollo a l'ast , por lo que la opción del Lidl para alimentarnos está más que bien. En Can Picafort, comida, sombra ,siesta y atracción para los turistas, hay un tipo tirado en el suelo, fijo que le ha pasado algo, tuve que acercar las bicicletas para que se dieran cuenta que solo era un ciclista a la sombra haciendo la siesta, antes de que alguien le diera por llamar al 112
Seguimos con nuestro bicing de chancletas, atravesando Can Picafort, imaginaros una urbanización de costa grande, grande, el gps es una maravilla, nos va guiando por las calles, ahora a la izquierda, ahora a la derecha, continua recto por el paseo maritimo y no lo dejes hasta el final, asi lo hicimos, acabando de bruces en una playa llena de playistas y sombrillas. Inevitable a las cuatro de la tarde con el Lorenzo que caia no darse un buen remojón en el Mediterráneo y una posterior ducha, uff que a gustito que nos hemos quedado.
En fin, no hemos venido a Mallorca a tomar el sol, lo mejor será continuar bien empapaditos para protejernos del calorazo que hace, el gps marca que hay que atravesar la playa por la arena, lo hacemos con complejo de piojos verdes, la gente te mira raro, se hace pesadito el paseito arenoso arrastrando la bicicleta, pero no parece una playa muy extensa, pasadas las rocas se acaba y el gps nos indica que vamos en el buen camino.
Todo lo bueno se acaba, y el placer y disfrute que habiamos tenido durante todo el día se iba diluyendo a medida que ya habíamos abandonado la playa, pero NO LA ARENA QUE NO se acababa ,había empezado un calvario de bicipateo por un sendero arenoso que nos impedía montar en bici, cuando parecía que la pista se endurecía, volviamos a montar, y en no más de dieZ pedaladas, otra vez pie a tierra y a arrastrar la bici.
Decir penoso es poco, aquello no se acababa, la dichosa arena era eterna, el sol caia de lo lindo, como en agosto a las cinco de la tarde, los labios secos, buchitos pequeños de agua para racionarla, los bidones casi vacios, quien se iba a imaginar que en aquel vergel de chiriguitos, bares y restaurantes necesitariamos aprovisionarnos de agua.
Podríamos llamar a esta etapa, la travesía del desierto, atravesando dunas como en la Titan desert, Jose me mira raro, no hay salida, puede que nos queden diez km, vamos más lentos que si fueramos a pie, imposible cumplir con el objetivo del dia a este ritmo. En medio de aquel desierto encontramos dos coches, parece que alguna luz nos ilumina, si han llegado hasta alli, algún camino decente habrá. Los dueños estaban jugando a las cartas en una vieja casa playera, les preguntamos que por donde se salía de aquel arenal , y nos contestan que por un buen camino que va a parar a la carretera, pero que no lo podemos cojer porque al final esta vallado, es de ellos y ellos tienen las llaves, que tenemos que volver para atrás, hora y media caminando arrastrando la bici, u otra hora por delante tambien arrastrando la bici, me ahorrro los tacos que me salían del estómago. Casi suplicando les pido agua porque cuando hay sed no hay verguenza, ante un gesto dubitativo les enseño el bidón vacio y acceden a darnosla. Qué amabilidad, debe ser innata en esta isla. Si más no, el agua estaba fresquita, y nos da ánimos para continuar por el desierto, en esto nos encontramos un payo más quemado que un escarabajo y nos asegura que la arena se acaba pronto, que la pista se endurece y que llegariamos a Son Serra, ni que decir tiene que aquí nos hartamos de cerveza, cocacola y helado, que alivio tener la joroba llena.
Se acabó el calvario, pero se ha hecho tarde, las circunstancias sufridas nos impiden seguir al pie de la letra la ruta, cojemos la carretera dirección Cala Ratllada, parece un buen sitio para pasar la noche, y los kilómetros son asequibles. Entramos en un bar que ofrece el plato típico de la zona, spagueti y cerveza 4 €, nos sirve un alemán que no sabe ni papa de castellano, pero spagueti y biere es internacional, y como no tenia otra cosa no se equivocó, regados al final con un licor casero que nos ofreció y del que repetimos solo una vez, menos mal, porque era para acabarse la botella, que rico estaba.
Calentitos, salimos del bar dirección del hotel del millón de estrellas que nos recomendaron para pasar la noche, Cala Aguja. Nada mas llegar, baño nocturno y ducha con un agua fetida que supusimos que seria agua reciclada, esperemos, mal olor no hacíamos despues de enjabonarnos, ya tocaba despues de tres dias. No fue una noche tranquila, dormimos lo que pudimos agarrados a las bicicletas, sin quererlo fuimos a parar a un paraje de lujuria y perdición que algunos aprovechaban para robar a los incaut@s. La visita de una columna de hormigas que iban detras del olor de nuestras viandas tampoco ayudó, que mordiscos pegaban, y para colmo a las seis de la mañana el guarda nos echa de la cama, que le haremos , veremos el amanecer en todo su esplendor
tramuntel
4ª Etapa, Cala Agulla / Portocolom (26/08/2014)
Un lujo ser testigo del amanecer en Cala Agulla, a pesar de no haber descansado mucho, nos quedaremos con esas imágenes grabadas en nuestra retina, aqui se viene a sufrir pedaleando y la recompensa está en estos momentos.
Arrancamos la ruta del dia dirigiendonos hacia Capdepera, y a su castillo, una subida que nos pone las piernas en su punto justo, un sube y baja que se ahorra atajando por la carretera, pero todo sea por intentar seguir la ruta marcada. Toda la mañana consistirá en ir recorriendo la costa este de la isla, al principio por el interior que nos obliga a sudar la camiseta para subir a algúna que otra cota, y ya al final de la mañana todo playa, playa, playa. Font de sa cala, Can Canyamel, Costa dels Pins, Cala Bona, Cala Millor, Sa coma, S'illot, son testigos de nuestro paso
Aquí estamos compartiendo mesa con unos extranjeros, en una tienda de aprovisionamiento cerca del Golf de Canyamel, saboreando las viandas que nos había ofrecido el Merca.
Bicing de chancletas por las kilométricas calas del este de la isla, a toda la linea costera le corresponde otra linea paralela interior de interminables terrazas de bares y restaurantes.
Mediodía , hemos llegado a Portocristo, como se ve, hacemos el alto del día para comer, y que no falte el bañito para refrescarnos del Sr. Lorenzo.
Salimos de Portocristo, las pulsaciones por los suelos, no puede ser de otra manera despues del reláx matinero y el siestorro que nos hemos pegado, nada parece que nos pueda estropear el dia, pero cuando se anda en bicicleta haciendo ruta nunca se sabe que sorpresa te depara el tramo siguiente.
Abandonamos Portocristo pasando muy cerca de les Coves del Drac, que lástima no poder visitarlas, a esta hora de la tarde , 15,30h, estaríamos la mar de fresquitos, sin embargo lo nuestro es avanzar y así lo hacemos, la ruta nos desvía hacia el interior, a ciegas la seguimos y vamos tirando sin grandes complicaciones, el sol pega fuerte pero se aguanta bien, hay zonas por las que pasamos que son sombreadas y se agradece, en algún paraje nos encontramos con una cantidad respetable de burros, ellos a la sombra y cerquita del agua, nosotros directos a una subida de 2 kilómetros, casi no pasaban las alforjas y EMPEDRADA, a ver quien es el burro. La subida se hace dura, no hay una maldita sombra, calor, estrechez, matorrales, piedras, equilibrio, una combinación que te hace gastar más energías de la cuenta, al final no toca más remedio que poner pie a tierra, y llegar a la cima a patita, el Lorenzo se está pasando, parecía suficiente el pigmento oscuro de nuestra piel para que no fuese necesario usar protección solar, error, los brazos se me están abrasando y al llegar arriba nos enganchamos a la minúscula sombra de una pared de piedra para hacer un poco de tiempo, son las cinco de la tarde, tal vez si dejamos pasar media hora, ya el sol no abrasará tanto, según nuestros cálculos vendría toda la bajada hasta que llegáramos otra vez a la costa, y cala, sobre cala parecía que no íbamos mal de tiempo para llegar a nuestro destino.
Pero lo dicho, un día en bicicleta por parajes desconocidos y haciendo caso de las indicaciones de un gps de una ruta grabada tambien por un desconocido, dan para muchas sorpresas. Nos las prometiamos muy felices cuando el camino se nos acabó al llegar a la Cala Magraner, de bruces con el agua de la playa el gps nos indica que estamos en el punto correcto, y que según él hay que subir una pared de 10 metros en vertical, no puede ser, no se ve paso de ningún tipo ni fácil, ni díficil. Acabábamos de entrar en un bucle de ida y vuelta intentando buscar la salida de aquel agujero, cuanto más buscábamos la solución, más grande se hacía nuestro error, kilómetros de un ir y venir a ninguna parte, sin entender como era posible que el gps nos estuviera dejando tirados, el tiempo pasaba y la sensación de inutilidad e impotencia aumentaba, no supimos salir de allí por nuestros medios, no quedó más remedio que seguir a unos ingleses que se marchaban andando de la cala, para ver que camino seguían, llevaban un carrito con un niño pequeño, por lo que que dedujimos que por algún camino transitable habrian llegado a la cala, después de ver como pasaban el carrito por los cortados por los que habíamos pasado nosotros con la bici, comprendimos que deshacíamos el camino hecho antes de llegar a Cala Magraner. Fue la manera de salir de allí, volver a la carretera, y seguirla hasta que llegáramos a nuestro destino para pasar la noche.
En toda salida de bicicleta hay un punto de bajón psicológico, me había llegado, había que hacer los kilómetros de la basura hasta llegar a Porto Colom, la sensación de fracaso se apoderó de mi mente, y no se arregló ni con un par de cervezas, ni con una pizza medio decente, ni con un alojamiento en una pista deportiva para pasar la noche que no estaba del todo mal.
Dias más tarde vista en el wikiloc la imagen del sátelite, no parecía tan dificil la salida, pero no supimos encontrarla, lo apuntaremos en nuestro pendiente por si tenemos oportunidad de volver a la isla.
tramuntel
Aquí estamos compartiendo mesa con unos extranjeros, en una tienda de aprovisionamiento cerca del Golf de Canyamel, saboreando las viandas que nos había ofrecido el Merca.
Bicing de chancletas por las kilométricas calas del este de la isla, a toda la linea costera le corresponde otra linea paralela interior de interminables terrazas de bares y restaurantes.
Mediodía , hemos llegado a Portocristo, como se ve, hacemos el alto del día para comer, y que no falte el bañito para refrescarnos del Sr. Lorenzo.
Salimos de Portocristo, las pulsaciones por los suelos, no puede ser de otra manera despues del reláx matinero y el siestorro que nos hemos pegado, nada parece que nos pueda estropear el dia, pero cuando se anda en bicicleta haciendo ruta nunca se sabe que sorpresa te depara el tramo siguiente.
Abandonamos Portocristo pasando muy cerca de les Coves del Drac, que lástima no poder visitarlas, a esta hora de la tarde , 15,30h, estaríamos la mar de fresquitos, sin embargo lo nuestro es avanzar y así lo hacemos, la ruta nos desvía hacia el interior, a ciegas la seguimos y vamos tirando sin grandes complicaciones, el sol pega fuerte pero se aguanta bien, hay zonas por las que pasamos que son sombreadas y se agradece, en algún paraje nos encontramos con una cantidad respetable de burros, ellos a la sombra y cerquita del agua, nosotros directos a una subida de 2 kilómetros, casi no pasaban las alforjas y EMPEDRADA, a ver quien es el burro. La subida se hace dura, no hay una maldita sombra, calor, estrechez, matorrales, piedras, equilibrio, una combinación que te hace gastar más energías de la cuenta, al final no toca más remedio que poner pie a tierra, y llegar a la cima a patita, el Lorenzo se está pasando, parecía suficiente el pigmento oscuro de nuestra piel para que no fuese necesario usar protección solar, error, los brazos se me están abrasando y al llegar arriba nos enganchamos a la minúscula sombra de una pared de piedra para hacer un poco de tiempo, son las cinco de la tarde, tal vez si dejamos pasar media hora, ya el sol no abrasará tanto, según nuestros cálculos vendría toda la bajada hasta que llegáramos otra vez a la costa, y cala, sobre cala parecía que no íbamos mal de tiempo para llegar a nuestro destino.
Pero lo dicho, un día en bicicleta por parajes desconocidos y haciendo caso de las indicaciones de un gps de una ruta grabada tambien por un desconocido, dan para muchas sorpresas. Nos las prometiamos muy felices cuando el camino se nos acabó al llegar a la Cala Magraner, de bruces con el agua de la playa el gps nos indica que estamos en el punto correcto, y que según él hay que subir una pared de 10 metros en vertical, no puede ser, no se ve paso de ningún tipo ni fácil, ni díficil. Acabábamos de entrar en un bucle de ida y vuelta intentando buscar la salida de aquel agujero, cuanto más buscábamos la solución, más grande se hacía nuestro error, kilómetros de un ir y venir a ninguna parte, sin entender como era posible que el gps nos estuviera dejando tirados, el tiempo pasaba y la sensación de inutilidad e impotencia aumentaba, no supimos salir de allí por nuestros medios, no quedó más remedio que seguir a unos ingleses que se marchaban andando de la cala, para ver que camino seguían, llevaban un carrito con un niño pequeño, por lo que que dedujimos que por algún camino transitable habrian llegado a la cala, después de ver como pasaban el carrito por los cortados por los que habíamos pasado nosotros con la bici, comprendimos que deshacíamos el camino hecho antes de llegar a Cala Magraner. Fue la manera de salir de allí, volver a la carretera, y seguirla hasta que llegáramos a nuestro destino para pasar la noche.
En toda salida de bicicleta hay un punto de bajón psicológico, me había llegado, había que hacer los kilómetros de la basura hasta llegar a Porto Colom, la sensación de fracaso se apoderó de mi mente, y no se arregló ni con un par de cervezas, ni con una pizza medio decente, ni con un alojamiento en una pista deportiva para pasar la noche que no estaba del todo mal.
Dias más tarde vista en el wikiloc la imagen del sátelite, no parecía tan dificil la salida, pero no supimos encontrarla, lo apuntaremos en nuestro pendiente por si tenemos oportunidad de volver a la isla.
tramuntel
domingo, 14 de diciembre de 2014
5ºEtapa, Portocolom / Palma de Mallorca (27/08/2014)
Nuestra cuarta noche en Mallorca, una pista deportiva al lado de la carretera , ni el ruido del tráfico nos ha perturbado el sueño, cuatro noches contemplando estrellas son suficientes para que el cuerpo se derrube en un sueño profundo, que blandito me pareció el colchón de cemento.
El despertar es de mal sabor de boca. Muy tempano , aun no ha salido el sol, empiezo a recojer las cosas, quiero marchar de alli cuanto antes, la sensación de fracaso no marcha de mi mente, pareciera como si no hubieramos cumplido con nuestro objetivo de dar la vuelta en bicicleta a la isla.
Es el último día para pedalear por la isla y decidimos acabar nuestro recorrido volviendo por carretera a Palma de Mallorca, no queremos arriesgarnos a adentrarnos por caminos, y que se repita la experiencia del dia anterior, preferimos asegurar y que lleguar con tiempo a Palma.
La rabia la matamos en la carretera, apretando los dientes y pedaleando fuerte, lo más rápido que se puede, pasamos a toda pastilla por Felanitx, Campos y llegamos a LLucmajor, es media mañana, una cervecita , bocadillo, y un sueñecito que impone la paz del pueblo. Los ánimos se han renovado, el bajón psicológico lo he superado y parece que las cosas se ven de colores y no en tonos grises, como vamos bien de tiempo decidimos volver a encender el gps, abandonar la carretera y llegar a palma por caminos tal como habíamos querido cuando llegamos a la isla.
Un placer acabar nuestro recorrido en éstas condiciones, los ánimos y las fuerzas por las nubes, lástime que ya se acabe, no vendrían mal algún dia de ruta más
Ya no recuerdo el nombre de este establecimiento donde cenamos, muchas gracias a la italiana que nos atendió, le sobraba comida y no hacía más que ofrecernosla porque la iban a tirar, nos pusimos las botas con la lasaña y con todo lo que trajo.
Alojamiento de Palma, un albergue de habitación compartida en el centro de la ciudad, una cama de verdad y una ducha caliente despues de cinco dias bien agradecida es
Dicen que aqui se comen las mejores ensaimadas de Mallorca, debe ser verdad porque habia que encargarlas un par de dias antes. Las que comimos para desayunar buenísimas.
Ayuntamiento de Palma
Si vas a Mallorca , ¿como no le llevas una ensaimada a la familia para que las pruebe?
Todo preparado para embarcar y regresar a casa
tramuntel
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